November 29, 2018 600 AM
CONDADO DE PRESIDIO – Como colofón de un gran debate y como resultado de un proceso rodeado de 100 años de polémica (política), será presentado un poste indicador histórico que conmemorará la Masacre de Porvenir en 1918 y a sus víctimas durante un homenaje que tendrá lugar en el Juzgado del Condado de Presidio el viernes, 30 de noviembre.
La Comisión Histórica de Texas mandó la orden de un Poste Indicador Histórico-Oficial de Texas que mide 27”x42” a la fundición el martes, 18 de septiembre (después de un largo retraso) y está previsto que el poste esté instalado en la carretera US 90, al noroeste de Marfa, cerca de la carretera Chispa y la zona de picnic cerca de la carretera de la Hacienda Means, en el Condado de Presidio.
Como uno de los programas más visibles de la Comisión Histórica de Texas (THC), los postes indicadores históricos conmemoran diversos temas de la historia de Texas, incluyendo: la historia y la arquitectura de casas importantes, edificios comerciales y públicos, congregaciones religiosas, emplazamientos militares, etc.; los acontecimientos que cambiaron el curso de la historia local y estatal; y los individuos que han hecho contribuciones duraderas a nuestro estado, organizaciones comunitarias y negocios. A partir del 2006, la THC comenzó a cobrar una tarifa de solicitud de 100$, ordenada por el estado, para los postes indicadores “para establecer una cuenta en la que ofrecer incentivos de financiación para postes indicadores especiales o de prioridad.” Bajo el nombre de Untold Stories (Historias No Contadas), los fondos están pensados para lagunas históricas, promover una diversidad de temas y documentar de manera proactiva importantes asuntos infrarrepresentados o historias no contadas. Este programa tiene la responsabilidad de ayudar a las comisiones históricas de los condados y los patrocinadores de los temas escogidos al proporcionar financiación para costear un poste indicador histórico o terminar la investigación necesaria para entregar una solicitud que cumpla con to-dos los requisitos.
Porvenir era un pueblo remoto en las orillas del Río Bravo en el Condado de Presidio y, a pesar de su proximidad a México y a la revolución que arrasaba dentro de las fronteras de México, era un asentamiento tranquilo donde 140 personas de descendencia mexicana trabajaban como granjeros y criaban ganado. No obstante, Porvenir se encontraba muy próxima a la violencia y la turbulencia que había permeado las regiones fronterizas en las zonas cercanas del estado y entre ellas las regiones donde había denuncias casi constantes de redadas y brutalidad perpetradas por las tropas revolucionarias o “bandidos.”
Según la Asociación Histórica del Estado de Texas, en noviembre de 1917 el capitán J. M. Fox, Ranger de Texas, señaló que “unos cuantos caballos y ganado” habían sido robados y que sospechaba de unos “bandidos mexicanos” de los Carrancistas y Villistas que estaban cerca del Condado de Presidio.
Según un artículo conmemorativo en el periódico El Paso Times que fue publicado a principios de este año, cuando los asaltantes (que se creía que eran partidarios del revolucionario mexicano Pancho Villa) llevaron a cabo un ataque mortal en la cercana Hacienda Brite en el Condado de Presidio el 25 de diciembre de 1917, los agentes de la ley se dirigieron a Porvenir en búsqueda de los responsables. Varias semanas después, en enero de 1918, la Compañía B de los Rangers (de Marfa), incluyendo a ocho hombres bajo el mando de Fox; la Tropa G, de la Octava Caballería de los EE.UU, del Campo Evetts; y un grupo de ganaderos locales llegaron a la hacienda de Manuel Moralez en Porvenir. Aunque no había ninguna prueba que vinculara a los aldeanos de Porvenir con el asalto, 15 hombres desarmados y sanos y de descendencia mexicana (que residían en Texas) de entre 16 y 72 años de edad fueron separados de las mujeres, los niños y los ancianos; y fueron ejecutados en mitad de la noche en un acto erróneo de represalia. Sus familiares y amigos huyeron temerosos y atravesaron el Río Bravo y enterraron a los muertos en Pilares, en México.
“Los hombres fueron arrastrados desde sus camas y, sin ten-er tiempo para vestirse, fueron llevados en sus pijamas hacia los confines del asentamiento donde fueron tiroteados por un pelotón,” reza un artículo de El Paso Morning Times publicado el 8 de febrero de 1918, casi dos semanas después de la masacre. ›Los cuerpos de los hombres fueron encontrados al día siguiente donde habían caído, llenos de balas.›
No está muy claro lo que ocurrió exactamente, ya que se trata de un relato extremadamente confuso y cuestionable; aunque la masacre sigue siendo uno de los ›actos más graves de mala conducta por parte de los Rangers,› tal y como fue mencionado en una investigación llevada a cabo por los Rangers de Texas en 1919, que fue organizada por el legislador estatal José T. Canales, que presentó cargos ante la Legislatura de Texas contra los Rangers de Texas por la opresión y el asesinato de cientos de hispanos a lo largo del Río Bravo.
El padre de Felipa Méndez Castañeda, cuyo marido fue asesinado, y que era el dueño de un periódico en Pilares, Chihuahua, también promovió la investigación, en parte, junto con nueve viudas de Porvenir que presentaron declaraciones juradas.
El gran jurado del Condado de Presidio no adoptó medidas respecto a los asesinatos, pero el 4 de junio de 1918, el Gobernador William P. Hobby y el general adjunto James A. Harley disolvieron la Compañía B de los Rangers de Texas y despidieron a cinco Rangers por sus acciones y obligaron al capitán J.M. Fox a dimitir.
En cuanto a Porvenir, 42 niños sobrevivieron a los 15 hombres asesinados y alrededor de 120 residentes abandonaron sus hogares y huyeron hacia México, y la comunidad, tal y como se la conocía anteriormente, dejó de existir durante varios años. El muy esperado homenaje con el poste indicador de la Masacre de Porvenir tendrá lugar el viernes, 30 de noviembre, de 2pm-3pm, en el Juzgado del Condado de Presidio en Marfa. Henry Warren, maestro de la escuela de Porvenir, Texas, que vivía cerca de Porvenir, documentó la lista de víctimas. Escribió un relato de la masacre de 1918 tras recibir la noticia de boca de uno de sus estudiantes, Juan Flores, de 13 años de edad; Warren acudió al lugar de los hechos para anotar los nombres y los detalles. Gracias a él, se conoce la masacre, según contó a El Paso Times Arlinda Valencia, descendiente de una de las víctimas. Manuel Moralez, de 47 años de edad, y que tenía una escritura para 1,600 acres. Su sexto hijo nació aquella noche. Román Nieves, de 48 años de edad, y que tenía una escritura para 320 acres. Longino Flores, de 44 años de edad, padre de Juan Flores Alberto García, de 35 años de edad Eutimio Gonzales, de 37 años de edad Macedonio Huertas, de 30 años de edad Tiburcio Jaques, de 50 años de edad Ambrosio Hernández, de 21 años de edad Antonio Castañeda, de 72 años de edad Pedro Herrera, de 25 años de edad Viviano Herrera, de 23 años de edad Severiano Herrera, de 15 años de edad Pedro Jiménez, de 25 años de edad Serapio Jiménez, de 25 años de edad Juan Jiménez, de 16 años de edad
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA