Los estudiantes de farmacia aprenden sobre los retos médicos en Presidio

PRESIDIO — Tres estudiantes que están haciendo su doctorado de farmacia en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) están aprendiendo sobre los cuidados médicos rurales en Texas, y están usando Presidio como ejemplo.

Los estudiantes –Robert Gutiérrez, Alejandro Pérez y Amir Rastegariestarán visitando los alrededores y el centro de Presidio durante una semana e interactuarán con la comunidad para comprender mejor los retos sanitarios a que se enfrentan las comunidades como Presidio.

El programa forma parte del programa de la universidad en la que los estudiantes estudian fuera y fue organizado en colaboración con la Clínica Médica del Condado de Presidio. Como parte de su visita, los estudiantes se reunirán con los representantes de los recursos sanitarios de toda la región, incluyendo el Children´s Advocacy Center, en Presidio, MHMR, los servicios de emergencia médica y el Big Bend Community Action Center.

Solo han pasado algunos días, pero ya han recogido algunos de los problemas que han sido un reto para la ciudad y el condado durante años. “Me sorprendió enterarme de la falta de servicios de emergencia,” dijo Rastegari, “o el hecho de que la ambulancia tarde alrededor de una hora y media para llegar a Alpine.” Emily Christenberry, ayudante clínica que hace de acompañante para el grupo, dijo que aunque creció en un pequeño pueblo en Indiana que se parece mucho a Presidio, es sorprendente ver cómo el vasto paisaje del oeste de Texas crea un obstáculo adicional para aquellas personas que buscan cuidados médicos.

Pero Presidio no es un lugar único. De hecho, docenas de condados rurales en todo el estado deben enfrentarse a falta de proveedores de cuidados primarios, hospitales y farmacias, así como largos desplazamientos hasta los centros sanitarios.

El lunes por la tarde, el grupo habló de algunos de estos retos mientras almorzaron en The Bean, en Presidio, en compañía del director de desarrollo económico de la ciudad, Brad Newton.

Al preguntar cómo podría mejorar el problema del acceso a la asistencia sanitaria, los estudiantes señalaron otro problema: en el estado de Texas los farmacéuticos no son considerados profesionales de la salud y, por tanto, no tienen derecho a los programas de condonación de préstamos mientras trabajen en zonas de pocos recur-sos, algo a lo que sí tienen derecho los médicos. Como resultado, hay menos incentivos para los recién graduados para que se muden a estos lugares.

“Al trabajar en una comunidad rural, nos pagarían menos y encima todavía tendríamos que pagar nuestros préstamos,” dijo Rastegari.

“Ahora mismo no hay incentivos económicos para trasladarse a uno de estos lugares,” dijo Christenberry. “Si existiera, creo que mucha más gente –incluida yo misma– tendría un enorme incentivo para venir y trabajar en una comunidad rural de pocos recursos.”

Para lugares como Presidio, con poco se hace mucho. La farmacia de la ciudad, que es un establecimiento relativamente nuevo, ya ha proporcionado a la ciudad un recur-so muy necesario. Newton, residente en Presidio durante más de una década, conoce bien los impactos positivos de la farmacia en la ciudad.

“Solía esperar un par de días para recibir mis suministros para la diabetes y ahora puedo ir y en cuestión de 10 o 15 minutos tengo todo lo que necesito,” dijo.

Aunque puede que los estudiantes no tengan un incentivo económico para volver a Presidio una vez hayan terminado sus cuatro años de estudio, Christenberry dijo que espera que el programa les ayude a entender los problemas a que se enfrentan muchas personas en todo el estado de Texas.

Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA