August 2, 2018 500 AM
PRESIDIO – Energy Transfer Partners (ETP) ha entregado comunicados contradictorios respecto a la cantidad de estaciones compresoras que se construirían a lo largo de las 148 millas/238 kilómetros del gasoducto Trans-Pecos.
Sus comunicados han sido varios y variados. Rick Smith, vice-presidente de ETP, afirmó durante una reunión pública en Aline que no habría ninguna estación compresora y luego en ese mismo lugar dijo que habría una, “en algún lugar al sur de Marfa.” En una edición del Big Bend Sentinel, de junio de 2015, un anuncio a página completa pagada por ETP afirmaba que solo habría una estación compresora construida al noroeste de Fort Stockton, cerca de Coyanosa.
Ahora, según las fuentes, ETP ha estado construyendo una segunda estación compresora durante los últimos seis meses, cerca de la ciudad de Presidio.
Las fuentes sobre el terreno dicen que ha habido un aumento de la actividad alrededor del emplazamiento, que se encuentra a aproximadamente 11.7 millas/18,8 kilómetros al noroeste de Presidio en la carretera FM 170. Un permiso aéreo, concedido por la Comisión de Texas para la Calidad Aérea Medioambiental en esa misma zona, se puede ver en su página web y es una señal de que se está construyendo una estación compresora.
Mientras que la industria minimiza los peligros de la infraestructura petrolífera y gasística, el viernes de la semana pasada, 27 de julio, explotó una estación compresora en el Permian Basin operada por Targa Midstream Services, cuando un contratista manejaba un dispositivo de limpieza por el gasoducto para eliminar líquidos de la tubería usada para transportar gas húmedo, que contiene líquidos. La explosión, que tuvo lugar al sur de Monahans, cerca de la intersección de las carreteras SH-18 y FM-1233, causó un muerto y dos heridos.
“Una estación compresora requiere, o debería requerir, la aprobación de la FERC y esto me resulta muy preocupante,” dijo Coyne Gibson, miembro de la Alianza para la Conservación del Big Bend. Al no dar ningún aviso, ETP está violando los requisitos básicos.
No obstante, a Gibson no le sorprende ya que lo ve como una situación normal.´ “Muchas empresas se disponen a realizar un proyecto de construcción y después pagan una multa porque resulta más barato a largo plazo en lugar de pasar por los canales adecuados.” M.R. González, propietario del terreno donde se ubica la estación, dijo que nunca le avisaron de la construcción de la compresora, aunque sí le avisaron del gasoducto. Añadió que ETP prometió proporcionar vallas y otras mejoras menores a su propiedad, y que no cumplieron con su palabra.
A Mae Ridgway, que vive en una casa de adobe a tres millas (casi cinco kilómetros) de la compresora, le preocupa su cercana proximidad a su casa. “No me hace ilusión,” dijo Ridgway, que ha tenido que vivir junto al gasoducto durante el último año, lo cual ha alterado su tranquila vida. En febrero, el gasoducto cerca de su casa experimentó lo que se conoce como una ›purga,› que para un oído inexperto se parece a un motor a reacción.
Durante estas purgas, el metano, el dióxido de carbono, la benzina y una lista de otros materiales peligrosos son liberados al aire. Estas emisiones tiene un radio de 5 millas/8km y pueden viajar más lejos dependiendo de la humedad, la temperatura del aire o el viento. Cada vez que la estación cerca de Ridgway tenga una purga, provoca el riesgo de respirar estos agentes químicos.
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA