Comienza la construcción del muro fronterizo en el sur de El Paso

EL PASO – La construcción de un muro de acero que se extenderá desde el oeste del Paso del Norte cruce internacional hasta el este hacia la zona de la Carretera Fonseca, en el sur del El Paso, comenzó el 22 de septiembre, según informa un comunicado de prensa de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de los EE.UU.

El muro –que abarcará cuatro millas (6,4 km) y medirá 18 pies (5,5 metros)– es una sustitución y expansión de una valla de malla ciclónica ya presente y forma parte de la Orden Ejecutiva del Presidente Trump para construir un muro fronterizo a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Se prevé que el proyecto esté finalizado a finales de abril de 2019. El coste aproximado de este proyecto es de 22 millones de dólares.

El comunicado de prensa emitido por la agencia CBP presenta el proyecto como una “… [barrera] efectiva para disuadir la entrada de extranjeros ilegales y de contrabando.” Dice que “el Sector de El Paso sigue experimentado una alta cifra de detenciones de extranjeros ilegales y de narcotráfico.” CBP sostiene que “la capacidad de ver a México es un concepto apoyado por el muro de bolardo de acero…”

No obstante, los residentes de los barrios circundantes de El Paso están preocupados por la pérdida de conectividad con Ciudad Juárez, México, y la interrupción de tradiciones comunitarias que se han celebrado desde hace mucho como las anuales misas católicas transfronterizas así como varios eventos anuales que juntan a familias de México y de los Estados Unidos durante un corto periodo de tiempo, según informaba un artículo en el Texas Tribune.

Docenas de manifestantes estuvieron presentes la semana pasada durante la conferencia de prensa organizada por CBP en la que se anunciaba la construcción del muro. El lunes, la Corte de Comisionados del Condado de El Paso votó 4-1 en una resolución para oponerse al proyecto.

Y el senador estatal para el Lejano Oeste de Texas, José Rodríguez –demócrata de El Paso– afirmó, “El muro fronterizo ha sido desde el principio un derroche caro de dinero de los contribuyentes que no aumenta la seguridad nacional. Los planes de la administración actual para sustituir una valla existente son ridículos. Necesitamos unos enfoques más inteligentes para la fronteriza, con una aplicación de la ley que aborde las amenazas criminales reales a la vez que respete a sus gentes y sus lugares. El Paso y otras comunidades fronterizas son oportunidades, no amenazas.”