El Condado deja en el limbo a unas familias afligidas de Presidio tras un retraso de los certificados de defunción

Por ABBIE PERRAULT

CONDADO DE PRESIDIO – Elmer Valentín Castro Baeza, maestro, abuelo y residente de Presidio, falleció en Presidio el 30 de enero de 2019. La familia de Castro esperaba enterrarlo en Ojinaga, México, pero durante los 16 días siguientes, los restos de Castro se encontraban en la funeraria Alpine Memorial Funeral Home, retenidos por una decisión del Condado de Presidio de no adoptar un método en línea para obtener un certificado de defunción. El Consulado de México requiere un certificado de defunción autorizado para poder trasladar un cuerpo hasta México para su entierro, por lo que las familias empiezan a solicitar este certificado. En el Condado de Presidio, nadie pudo presentar un certificado de defunción autorizado para Castro, haciendo que la familia tuviera que esperar 16 días con la esperanza de que un sistema estatal sobrecargado procesara el documento.

Según Lara Anton, agente de prensa para el Departamento de Servicios de Sanidad del Estado de Texas (DSHS), el método electrónico a través del sistema Registro Electrónico de Acontecimientos vitales de Texas (TxEVER), “normalmente es la vía más rápida para obtener un certificado de defunción porque elimina el tiempo de trámite del DSHS que es de quince días laborables.”

En el Condado de Presidio, las familias están obligadas a esperar que el estado tramite la defunción y entregue el certificado por correo, simplemente porque los funcionarios del condado no están usando el sistema en línea. Un trámite de uno o dos días se convierte en 15 días de espera angustiosa para las familias afligidas.

Junto con el duelo que acompaña a una muerte, las familias en el Con-dado de Presidio están siendo obligadas a retrasar los servicios fúnebres e incurrir en cargas económicas innecesarias. Una funeraria local cobra 100$ al día para guardar un cuerpo a la espera de que llegue un certificado de defunción autorizada que, según ella, es un precio medio para ese tipo de servicio.

Con 15 días, una familia puede incurrir en alrededor de 1,500$, sin tener en cuenta los demás gastos asociados con los funerales, y el embalsamiento, que el gobierno mexicano requiere antes de que un cuerpo pueda ser llevado a México. La familia de Elmer Castro esperó 16 días y aún no había recibido el certificado de defunción.

Frustrado por el Condado de Presidio y los funcionarios estatales, el Consulado de México reclamó en nombre de la familia al gobierno mexicano que hiciera una excepción especial. El consulado en Presidio creó su propio certificado de defunción, con la ayuda de Juanita Bishop, juez de paz del Distrito 2 del Condado de Presidio, en lugar de un certificado de Texas, para que el cuerpo de Castro pudiera ser llevado a México y finalmente enterrado. La familia de Elmer Castro no está sola al tener que luchar para trasladar a un familiar a su lugar de descanso final. La misma semana que murió Castro, falleció Pedro Almance en Presidio. También su familia esperó más de dos semanas para celebrar el funeral de su ser querido en Ojinaga y solo fue porque el consulado mexicano emitió otro certificado mexicano de defunción excepcional al mismo tiempo que emitió el de Castro.

No obstante, al preguntar si el consulado estaría dispuesto a seguir haciendo esas excepciones, lo rechazaron diciendo, “No, no deberíamos estar haciéndolo.” Francisco Jacobi, funcionario consular en Presidio, dijo que en el futuro “Necesitamos conseguir, en este caso, un certificado de defunción de Texas, y simplemente certificar aquel. Eso debería ser suficiente para cumplir con los requisitos. Estaban tardando demasiado y la familia estaba muy disgustada. Estaba enfurecida con nosotros. Simplemente necesitamos esos tres documentos requeridos para poder emitir un visa-do para los restos.”

El consulado de Presidio cubre 14 condados de Texas, dijo el cónsul, pero “Esta es la primera vez que ha habido este problema. Trabajamos a menudo con las funerarias en Midland/Odessa y en otras zonas que no tienen ningún problema a la hora de obtener un certificado de defunción, por lo que el problema era del condado.”

Cuando alguien fallece en Texas, el trámite comienza cuando el director de una funeraria rellena el informe de defunción en línea a través del sistema TxEVER. Luego, el DSHS en Austin registra electrónicamente la muerte. Finalmente, el informe de defunción es enviado al “registrador local” del condado que acepta el documento en línea a través de TxEVER e imprime el certificado de defunción autorizado necesario para trasladar los restos al extranjero. El trámite en línea puede tardar entre uno y dos días. No obstante, en el Condado de Presidio, ese trámite se viene abajo en el tercer y último paso.

Según un funcionario del DSHS, en todo el estado de Texas, los secretarios del condado normalmente actúan como registradores locales para confirmar el certificado en línea e imprimirlo en su despacho. Pero Anton, la funcionaria del DSHS, dijo, “La secretaria del Condado de Presidio no está en la lista de registros locales en el Condado de Presidio.” Dicha Secretaria del Distrito/Con-dado de Presidio, Virginia Pallarez, dijo, “Todavía no he decidido si quiero apuntarme como registradora local.” Legalmente, no está obligada a hacerlo.

Al preguntarle por las muertes de Castro y Almance, Pallarez dijo que cree que los retrasos en los certificados de defunción de Castro y Almance fueron causados por la reciente transición, el 1 de enero, de un sistema en línea más antiguo, el Registro Electrónico de Texas (TER) al nuevo sistema TxEVER. El sistema ha tenido errores y retrasos a medida que los condados se han pasado al nuevo sistema este año, pero el condado no ha usado adecuadamente el sistema TxEVER, dependiendo en su lugar en la alternativa estatal de papel.

El nuevo sistema requiere que todas las partes afectadas usen el sistema en línea: el forense médico, los funcionarios del condado, el director de la funeraria y cualquiera que trate con certificados de defunción. Algunas personas que intervienen en el trámite dijeron que, si la secretaria del condado hubiese estado conectada al sistema en línea, los certificados de defunción habrían podido emitirse para Castro y Almance.

Pallarez remitió todas las preguntas adicionales al juez de paz David Beebe.

Beebe, junto con la juez de paz Bishop, ha tenido que registrarse para tramitar los certificados para los residentes del condado y la Secretaria Municipal de Marfa está registrada para tramitar los fallecimientos que tienen lugar dentro de los límites municipales de Marfa. Pero, en última instancia, ningún certificado estaba disponible para las familias Almance o Castro porque el sistema en línea no había sido us-ado plenamente por el Condado de Presidio.

Beebe actúa como forense médico en el Condado de Presidio y también es el registrador porque, según dice, Pallarez se niega a hacerlo. Explicó que, debido a que solo tramita cinco o seis certificados de defunción al año, no tiene los medios para invertir en la impresora y la tinta especiales requeridas para generar un certificado físico de defunción autorizado.

Aunque Beebe sugirió que el con-dado había sido “apartado” al no recibir el papel adecuado para imprimir los certificados debido a que no estaba en línea, Chris Van Deusen de DSHS aclaró, “Hay un papel especial de seguridad que es necesario para emitir las copias certificadas de nacimiento y de defunción. Como registradores locales, los jueces de paz pueden pedir ese papel directamente del vededor, Banknote Corporation of America, para que puedan imprimir los informes. No hemos realizado ninguna acción para restringir el acceso a ello.”

Mientras tanto, las familias del Condado de Presidio que deseen enterrar a alguien fuera de los Estados Unidos, tienen que asumir las cargas económicas y aguantar las largas esperas.

John Ferguson, alcalde de Presidio, estuvo en contacto con estas familias mientras luchaban a través del trámite, y dijo, “Es triste que cualquiera tenga que esperar tanto para enterrar a un ser querido, especialmente si el trámite se podría acelerado usando la tecnología disponible.”

Anton, del DSHS, dice que el registrador estatal de Texas se ha puesto en contacto con todos los registradores locales del Condado de Presidio y “está en las etapas preliminares de una investigación de la expedición de registros de acontecimientos vitales por parte de estos registradores locales.”

Tal vez se encuentre un remedio para aliviar parte del estrés a que se enfrentan las familias que ya están afligidas.

Traducción de MIRIAM

HALPERN CARDONA